El mediometraje Roach, con participación de uno de nuestros alumnos, se proyecta en el Festival de Sitges


El granadino José Guerrero Rodríguez, ex alumno de ESCO, forma parte del equipo

Marta Eulalia Martín – Virginia Díaz Contreras

Roach es un mediometraje de ciencia ficción y futurista que ha sido seleccionado para siete festivales internacionales en países como Estados Unidos, Canadá, Eslovenia, Sudáfrica, Reino Unido y para la 44ª edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña ‘Sitges’, en el que se proyectó el domingo 9 de octubre en la sección especial de cortos.
José Guerrero Rodríguez forma parte del equipo de postproducción de Roach. Este granadino graduado por la Escuela Superior de Comunicación y Empresa de Granada (ESCO) en Comunicación Audiovisual cuenta en exclusiva a Granada Digital cómo llego a trabajar en la postproducción de este mediometraje, algunos detalles de la trama y las dificultades más relevantes de este trabajo hasta el reconocimiento internacional.

 

Pregunta.- ¿Como llega un joven comunicador audiovisual a la postproducción de un mediometraje con proyección internacional como Roach?

Respuesta.- A base de esfuerzo. Poco a poco me gané la confianza del director, haciendo bien (o lo mejor que sé) mi trabajo y he de darle las gracias a él por confiar en mí y brindarme esta oportunidad de entrar y escalar en un proyecto tan personal como ha sido éste, ya que el director llevaba gestándolo tres años, con todo el universo Roach en su cabeza, plasmando en papel todos los escenarios y detallados ‘storyboards’ de cada plano. Sin esta guía, ni los modeladores, ni los animadores, ni nuestro equipo hubieran podido visualizar tan concisamente. Ya que éste ha sido el primer proyecto de muchos y nuestra productora, la DeusexMachina, sigue creciendo en cada proyecto y nosotros con ella.

P.- Conocedores de su formación en la Escuela Superior de Comunicación y Empresa (ESCO). ¿Podría contarnos qué ventajas competitivas le aportó estudiar en ESCO?
R.- Estudiar en ESCO me supuso saber a qué me quería dedicar. Andaba un poco perdido y allí aprendí qué era un rodaje y qué significaba abordar un proyecto (a menor escala) y, al tener un número reducido de alumnos, me permitió tener un trato más directo con los profesores y un más fácil acceso a los equipos, por lo que pude dirigir mejor mi camino.

P.- ¿Qué destacaría usted del trabajo que desempeña en la actualidad?
R.- Destacaré uno negativo y otro positivo, para resumir. Lo poco valorado que está fuera del gremio, la gente lo obvia, ya que si está bien hecho, no tiene que notarse y, sobre todo, que no se saben el tiempo y paciencia que requieren hacerlo bien y, a veces, te encuentras con productores que se piensan que dándole con la varita mágica sale lo que ellos quieren. Y, a día de hoy, el 3D y la composición digital son las áreas más artesanales que quedan (digitalmente hablando), el montaje ya no es lo que era y, en los rodajes, entre los nuevos directores, una frase muy popular es: “eso se arregla en postpro“, cuando la postproducción está hecha para sumar a lo rodado, no para subsanar errores. Pero esto es un concepto que en nuestro país, salvo la élite, nadie más lo tiene claro. Y es una pena, porque cuando un director se sabe al dedillo los procesos de postproducción, tenemos a gurús como David Fincher…
Y, positivamente, ver hasta dónde puedes llegar. Tu único rival eres tú mismo (y cuando el proyecto está avanzado). Dándole vueltas a la cabeza progresas y, al final, llegas a sacar cosas que las dabas por imposibles hace un tiempo. Como puedes dedicarle tres días a un plano y decir… me ha quedado perfecto y luego verlo ya etalonado, con las mezclas de sonido y dentro del montaje y sentirte parte de un todo, que ha merecido la pena todo el esfuerzo y que el resultado es mejor del que esperabas. Eso, no tiene precio.

P.- ¿Cuáles han sido las dificultades que han encontrado elaborando este mediometraje de ciencia ficción y futurista?
R.- El dinero, el dinero y el dinero. El presupuesto de Roach ha sido básicamente nulo, así que han tenido que hacer magia para conseguir que este carro tirara. Si no hubiera sido por el número de profesionales que hemos creído en este proyecto, no hubiera salido adelante. Y jamás hubiéramos creído sin el talento y el saber hacer del director, ya que fue el que nos hizo ver que todo esto tenía una gran proyección. Tan sólo ha repercutido en el tiempo para poder terminarlo, ya que yo he tenido que combinarlo con mis otros trabajos para la televisión. Por el resto, todo el equipo tenía muy claro a qué se enfrentaba y hasta dónde se podía llegar con los recursos que había. En ningún momento se pretendió hacer ‘Avatar’. Y eso, sumado a la coordinación del director (Sergio Luca), permitió que todo esto saliera adelante y con este resultado.

P.- ¿Qué nos puede adelantar sobre la trama de Roach?
R.- Son tres historias paralelas, un cambio en la historia de la humanidad visto desde tres perspectivas. Una proyección ‘cyberpunk’ de las diferencias sociales que vivimos hoy en día. Es un futuro al que no nos gustaría llegar porque está avocado al fracaso y, cómo unos rebeldes, cuando intentan hacer algo para remediarlo, es tarde… Critica a pinceladas todo lo que reina hoy en nuestra sociedad, desde los medios de comunicación hasta los gobiernos, pasando por la absorción de personalidad por parte de la televisión y el individualismo colectivo. De hecho, sin ánimo de ofender ni deprimir al personal, se hacen bastantes referencias de nuestra sociedad representadas en una comunidad de cucarachas.

P.- ¿Existe algún motivo para que la acción se desarrolle en el año 2068?
R.- Porque es un futuro cercano, donde los gobiernos se ven presionados por las grandes empresas y son éstas últimas las que deciden sobre el mundo, siendo los gobernantes meros títeres. Dime si se aleja mucho de lo que está ocurriendo en nuestros días y hacía donde se dirige esta sociedad.

P.- Roach está seleccionada para siete festivales, entre ellos, el de cine fantástico de Sitges, que se celebra estos días. ¿Qué supone para el equipo de Roach participar en estos encuentros cinematográficos?
R.- Algo inesperado. Jamás pensamos colar nuestra primera obra conjunta en siete festivales internacionales y, sobre todo, en países tan dispares como Canadá, Estados Unidos, Sudáfrica, Eslovenia, España… Es un orgullo que tu trabajo se vea por todo el mundo. Aunque al final no gane ninguno, habrá merecido la pena todo el esfuerzo. Y Sitges fue el último en confirmar, era el más grande al que aspirábamos y lo hemos conseguido. He de agradecer al equipo de producción que, desde Italia, se han preocupado por mover la pieza por todos los festivales que han visto. Sin ellos, nada de esto hubiera sido posible. Roach se hubiera quedado en un cajón o hubiera acabado como un vídeo más porYoutube.